La dispersión de las personas sin hogar las criminaliza

Una investigación de varios criminólogos realizada en diez ciudades de Inglaterra y Gales descubre que las demandas de espacio público solo acaban reciclando el problema de las personas sin techo. Varios rotativos ingleses se hicieron eco de ello, entre estos, The Guardian.

Los ayuntamientos que utilizan órdenes de protección del espacio público (PSPO – Public Space Protection Orders) para imponer multas de 100 libras destinadas a controlar los llamados ‘comportamientos antisociales’, la única cosa que provocan es simplemente el regreso, una y otra vez, al mismo espacio de las personas sin hogar.

El estudio ha constatado que la dispersión de los indigentes desde los centros de las ciudades no consigue parar este comportamiento antisocial y, en cambio, provoca una criminalización errónea de estas personas.

La investigación de la Universidad de Sheffield Hallam, con recomendaciones finales para un trato más justo para las personas que viven en la calle, ha sido avalada por Crisis, la organización benéfica para personas sin techo. Los ayuntamientos de Inglaterra y Gales que utilizan PSPO para imponer multas de 100 libras para controlar o prohibir comportamientos como beber, montar tiendas de campaña o dormir en el espacio público, simplemente ven que con las personas que viven en la calle, esta problemática no se resuelve.

Las órdenes también se utilizan erróneamente para orientarse a comportamientos que no se podrían considerar antisociales, como pedir limosna o dormir al raso, donde es poco probable un efecto perjudicial. Y en algunos casos las personas sin hogar han descrito, además, abusos físicos y verbales por parte de los funcionarios policiales.

Las PSPO se han utilizado en Inglaterra desde el año 2014 para disuadir comportamientos considerados antisociales, pero el foco en su impacto en los que duermen en la calle se produce en medio del aumento del sinhogarismo causado por el incremento de los desahucios. Cerca de 20.000 hogares en Inglaterra y Gales quedaron vacíos a causa de los desahucios durante el periodo 2021/22, casi 9.000 más respecto al periodo anterior, según cifras anuales publicadas por el Departamento de Vivienda y Comunidades.

En una ciudad costera al este de Inglaterra, por ejemplo, donde la mendicidad, el consumo de drogas, el consumo de bebidas en la calle, la micción y la defecación, dormir en lugares públicos o montar tiendas de campaña están prohibidos, a menudo se puede ver a autóctonos o turistas paseando mientras comen o beben y no se les aplica esta legislación.

Un portavoz del Consejo de Jefes de la Policía Nacional considera que el trabajo que últimamente se ha hecho junto con Crisis ha ayudado a garantizar que los agentes puedan entender por qué las personas acaban durmiendo en la calle, qué apoyo necesitan y, sobre todo, qué se puede hacer para ayudarlos a escapar del sinhogarismo.

Por su parte, desde la junta de comunidades de la Asociación de Gobiernos Locales, Cllr Nesil Caliskan cree que las PSPO se tienen que utilizar como parte de un paquete más amplio de medidas que se unan con servicios de apoyo para ayudar a abordar las causas intrínsecas de las personas sin techo.

De otro modo, los poderes de dispersión asociados a las PSPO han creado círculos viciosos de intimidación, dispersión y desplazamiento que solo reciclan el problema de las personas que viven en la calle en lugar de disuadir, y menos aún prevenir, los problemas asociados al sinhogarismo. Esta sería una de las principales conclusiones del estudio según Peter Squires, profesor emérito de Criminología y Políticas Públicas de la Universidad de Brighton.

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