El rol del crimen organizado en los conflictos contemporáneos

Desde el inicio de la primera década del siglo XXI, los vínculos entre los conflictos armados y el crimen organizado son más evidentes. Este está presente en todos los estadios de los conflictos armados contemporáneos, y hace aumentar la violencia y dificulta su resolución. Varios tipos de negocios criminales son una fuente de financiación importantísima para los grupos armados participantes en conflictos, sobre todo grupos no estatales. Los principales negocios criminales que contribuyen a la financiación de grupos armados son las diferentes actividades relacionadas con la explotación de recursos naturales, el tráfico de drogas, el tráfico de bienes culturales y de personas, entre otros.

El pasado septiembre de 2018, la plataforma con sede en Ginebra Global Initiative against Transnational Crime publicó un estudio en el que analizaba esta relación entre el crimen organizado y los conflictos actuales. En este, se indica como en general las misiones pacificadoras y los despliegues impulsados por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no solo no han tenido en cuenta el rol que desempeña el tráfico de bienes y servicios ilegales en un conflicto armado sino que en algunos casos involuntariamente han contribuido a la proliferación de los negocios ilícitos, a través de la cooperación con grupos criminales, para alcanzar la paz y aceptando su participación e influencia en los nuevos gobiernos y estructuras institucionales emergentes del conflicto, así como también haciendo aumentar la demanda de productos y actividades ilegales.

El documento subraya la importancia de poner el foco en las dinámicas y los intereses que hay detrás de los negocios criminales a la hora de diseñar estrategias de pacificación, así como la importancia de la reinserción de combatientes en la sociedad civil para evitar que estos sigan estando relacionados con actividades criminales y, por lo tanto, asegurar la estabilidad. Hoy por hoy hay dos misiones de las Naciones Unidas desplegadas, que tienen el foco puesto en las dinámicas del crimen organizado y su rol en el conflicto armado en cuestión: la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) y la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO). Ambas misiones han reafirmado la idea de que los vínculos entre los conflictos en estos dos países y en toda la región en general con el crimen organizado es evidente.

A pesar de la clara necesidad, el consenso para integrar acciones para combatir el crimen en las acciones pacificadoras por parte de las Naciones Unidas ha sido limitado, en gran medida por la falta de coordinación entre las fuerzas pacificadoras y las de justicia criminal de las NU. La necesidad de aprobación de las acciones de las NU por parte de los gobiernos de los países en los que tienen lugar dificulta todavía más la implementación y la buena coordinación. En muchos casos estas acciones van dirigidas a impedir el acceso a los recursos naturales que podrían ser explotados ilegalmente a los grupos violentos, obviando el hecho de que en algunos casos son los actores políticos más importantes los que tienen el control del tráfico de productos y servicios ilegales.

El estudio denota un aumento en el número de resoluciones del Consejo de Seguridad de las NU relacionadas con el crimen organizado. Entre el periodo comprendido entre el 2012 y el 2017, más del 60 % de las resoluciones estaban relacionadas con el crimen organizado, una cantidad elevada si lo comparamos con las resoluciones que tenían que ver con temas de terrorismo, aproximadamente la mitad. Así, aunque el terrorismo sea considerado una de las principales amenazas a la seguridad global, para no decir la principal, el impacto del crimen organizado es mayor. Para poner un ejemplo cuantitativo, en el 2015 hubo 328 muertes relacionadas con el terrorismo, mientras que por causas de actividad criminal hubo 256.500.

El documento también determina que algunos conflictos se asocian a una actividad criminal concreta, como puede ser el caso de Somalia y la piratería o Libia y el tráfico de personas y migrantes, a pesar de que en la gran mayoría de conflictos encontramos dinámicas de varias actividades criminales, como en el caso de Afganistán, Sudán y Sudán del Sur, los conflictos del Sahel, Mali, la República Democrática del Congo, etc. Lo que está claro es que el crimen organizado (tráfico de armas, de drogas, secuestros, delitos financieros, tráfico de personas y de fauna salvaje) se ha convertido en un componente importantísimo de todos los conflictos actuales, y que buena parte de la violencia resultante de estas actividades ilegales tiene relación con la confrontación por el control de las principales fuentes de recursos y las rutas de tráfico más importantes.

Las dinámicas de estas actividades son diferentes en cada contexto, pero como marco general, la falta de unas instituciones efectivas propicia el desarrollo y la continuidad de negocios criminales como actividades económicas clave. Estas actividades, además, se están diversificando cada vez más.

Los primeros pasos que el informe propone para reducir la posibilidad de que las operaciones de paz contribuyan a la aparición de actividades criminales son:

  • Aumento de la dotación de recursos a los cuerpos que se encargan de analizar los mercados criminales y los vínculos de estos con los conflictos armados.
  • El análisis de la situación económica, política y social de los actores que controlan los recursos naturales y las rutas de tráfico y las motivaciones económicas de estos.
  • El análisis de las dinámicas de estos mercados.
  • La obtención del control de puntos estratégicos clave como pueden ser las fuentes de recursos naturales de la República Democrática del Congo, las minas de oro de la República Centroafricana, y los puertos en la costa de Libia.
  • Establecimiento de un mecanismo de las Naciones Unidas comparable con la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo para hacer frente al crimen organizado.

Puede consultar el informe completo en el enlace siguiente: https://globalinitiative.net/wp-content/uploads/2018/09/TGIATOC-UNSC-Policy-Note-1962-web.pdf

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