El proyecto para el estudio de la adquisición de armas ilegales por parte de los terroristas en Europa (SAFTE por sus siglas en inglés) es un proyecto internacional de investigación que creó la Comisión Europea con el objetivo de luchar contra el acceso de los grupos terroristas al mercado ilícito de armas en Europa. El estudio analiza el comercio ilegal de armas en ocho estados europeos: Bélgica, Croacia, Dinamarca, Francia, Italia, Holanda, Rumania y Reino Unido.
Este estudio quiere contribuir a mejorar la experiencia y el conocimiento de los mercados ilegales de armas en la UE; a conocer las redes que utilizan los terroristas para acceder a estos mercados y las políticas que han estado desarrollando los estados miembros para luchar contra este fenómeno, y a proponer nuevas políticas para los estados estudiados y otros de la UE, con el objetivo de luchar contra la venta ilegal de armas y recoger las buenas prácticas que se detecten en los estados miembros para que puedan servir a otros estados.
En marzo de 2018, se han publicado los resultados de los trabajos llevados a cabo durante el proyecto. Estos trabajos han demostrado la existencia de varios mercados ilícitos de armas en el territorio de la UE, cada uno con sus características y dinámicas específicas. Estos mercados han ido facilitando la conexión entre los grupos criminales y los terroristas, provocando que los terroristas puedan acceder a armas de fuego e incluso a material militar.
Las redes terroristas también pueden involucrarse en el desvío directo de armas que inicialmente son legales, a través de robos selectivos de armas de propiedad estatal o privada. Eso pasa cuando no encuentran el tipo específico de armas de fuego que buscan, ya sea porque no tienen las conexiones criminales necesarias o porque no hay disponibilidad en el mercado ilegal de armas.
El estudio muestra conocimientos bastante concretos sobre el tema, como, por ejemplo, que las armas que provienen de Croacia son utilizadas principalmente por grupos que actúan en Holanda, Suecia, Alemania y el Reino Unido, mientras que los grupos que actúan en el resto de Europa Occidental provienen de rutas a través de España. En ningún caso el estudio excluye la posibilidad de origen de Serbia y Bosnia-Herzegovina.
Para luchar contra estas actividades criminales, recomiendan tener una actitud proactiva para mejorar el conocimiento del tráfico ilegal de armas, adaptar las políticas y las normas reguladoras sobre armas, y optimizar las capacidades operativas y la cooperación, estableciendo un nivel de intercambio a escala nacional, otro a escala de la UE y otro a escala internacional.
Enlace de interés:
http://terrorism.flemishpeaceinstitute.eu/
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