Hace años que la criminología y otras disciplinas han planteado la necesidad de una aproximación y un tratamiento transversal a la seguridad con múltiples actores.

Entre las aproximaciones transversales más estructuradas encontramos la Prevención del delito a través del diseño ambiental (CPTED en sus siglas en inglés), que, en el fondo, es una respuesta a las cuestiones planteadas por la criminología ambiental a través del conocimiento sobre cómo el entorno (el medio) condiciona la seguridad (y la delincuencia) y qué metodologías hay que diseñar y utilizar para trabajar en este campo de manera eficaz. A pesar de que en un primer momento se centró en el diseño de los espacios físicos, posteriormente incluyó los aspectos sociales relacionados con los movimientos y las actividades que la población lleva a cabo, aspectos indispensables para incidir en la seguridad de los espacios.
Los planteamientos propuestos por CPTED fueron asumidos, de manera más o menos implícita, por organizaciones relevantes como el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS), el Foro Español para la Prevención y la Seguridad Urbana (FEPSU), así como por varios proyectos de regeneración de espacios urbanos en varias ciudades de nuestro entorno.
Últimamente hay hechos que constatan una influencia creciente de esta perspectiva y un reconocimiento de su eficacia. Tras un largo proceso de estandarización en este ámbito que había dado por fruto unas recomendaciones técnicas (CEN/TR 14383-2) aprobadas en 2007, este mismo año 2021 se ha aprobado una ISO, la ISO 22341, a nivel mundial, circunstancia que muestra una consolidación de esta perspectiva. La ISO constituye unos acuerdos que reconocen unos estándares mínimos para considerar que los principios incluidos en ella se están respetando en el diseño ambiental de espacios y zonas concretas. Aunque los estándares quizás todavía se centran mucho en los aspectos más físicos de los espacios, constituyen una confirmación de este movimiento.
El proyecto europeo Cutting Crime Impact (CCI), del cual el Departamento de Interior es miembro, también ha incluido esta aproximación a la prevención, entre sus cuatro líneas fundamentales de trabajo, como una manera eficaz y sólida de prevenir la inseguridad y limitar su impacto.
En Cataluña, varios profesionales de la seguridad, la criminología y la policía han considerado necesario promover de manera estructurada este tipo de prevención y han creado la Asociación Catalana para la Prevención de la Inseguridad a través del Diseño Ambiental (ACPIDA), que se presentará en público y empezará sus actividades en los próximos meses. Integrada en el marco de la Asociación Internacional para la Prevención del Delito a través del Diseño Ambiental (ICA), facilitará formación, información y asesoramiento en este ámbito.
Finalmente, a nivel español, acaba de aparecer una publicación, la Guía de prevención del deleito. Seguridad, diseño urbano, participación ciudadana y acción policial, que constituye una guía muy clara y práctica sobre cómo aplicar los principios CPTED en los espacios públicos. César San Juan y Laura Vozmediano, profesores de la Universidad del País Vasco y prestigiosos autores en el marco de la criminología ambiental, han hecho el esfuerzo de traducir los principios en actuaciones concretas a fin de orientar de una manera práctica la tarea de los distintos gestores y actores públicos de la seguridad a la hora de planificar, reformar y organizar los espacios públicos. La obra tiene las grandes virtudes de la claridad y la ejemplificación, y concreta cómo tienen que ser los espacios públicos y cómo tienen que contribuir los distintos actores para que los principios CPTED sean aplicados y los espacios resultantes faciliten la seguridad y la calidad de vida de las personas que los utilizan.
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