Gana terreno la investigación del audio forense en el uso de las armas de fuego

El pasado mes de agosto, el National Institute of Justicee (NIJ) de Estados Unidos publicó las conclusiones de una investigación de ocho años de duración fruto de la investigación del doctor Robert C. Maher sobre el uso de nuevas técnicas en el ámbito del audio forense para documentar e interpretar grabaciones de disparos de armas de fuego.

La publicación de su investigación se realizó desde el Office of Justice ProgramsNational Criminal Justice Reference Service, y el autor recuerda los inicios de su búsqueda mediante una llamada telefónica en la que se le preguntaba si se podía combinar una pistola que supuestamente se utilizó en la comisión de un delito con una grabación de un audio de la escena del crimen de un arma disparada.

El trabajo inicial del doctor Maher en esta área comenzó con la comprensión de las características acústicas de los disparos con la obtención de grabaciones repetidas y de alta calidad realizadas en condiciones controladas. Este esfuerzo estaba en línea con un objetivo estratégico de la Oficina de Ciencias Investigadoras y Forenses del NIJ para apoyar la investigación fundacional en ciencias forenses.

Para ello, creó un aparato y una metodología que recogían grabaciones de tiros. Recogió datos de una variedad de armas de fuego: cinco pistolas, un revólver, una escopeta y dos rifles, para medir la consistencia, la fiabilidad y la variabilidad del disparo a disparo.

Maher encontró que, aunque hay similitudes cuando uno dispara la misma arma 10 veces, también existen diferencias apreciables entre disparo y disparo. La duración de la explosión varía de un arma de fuego a otra, pero un arma de fuego determinada también varía de un disparo a otro. Aunque todavía no se conoce la explicación de la variabilidad de la duración, el doctor sugiere que esta variación tendrá un impacto en el análisis forense de las grabaciones que incluyen rasgos de origen desconocido.

Una vez que estableció un método repetible para registrar con precisión la acústica de los tiros en condiciones ideales, el doctor Maher se mostró predispuesto para estudiar las limitaciones de la interpretación forense de los dispositivos de grabación habituales. Esto podría incluir teléfonos móviles, radios móviles terrestres, grabadores de audio personales, datos de audio recogidos por los centros de llamadas de emergencia y sistemas de grabación del centro de envío.

Comparó señales en 11 ubicaciones distintas de micrófonos y dispositivos de grabación personal, además de una cámara corporal que llevaba el tirador y un sistema de grabación interno en un vehículo de la policía. Esto le permitió verificar las predicciones geométricas sobre la hora de llegada y el nivel en cada lugar de grabación. A efectos de verificación, también comparó los tiempos con una grabación hecha por una llamada de teléfono móvil a un sistema de correo de voz corporativo.

A continuación, examinó varias grabaciones de tiros simultáneamente para ver si podía obtenerse información forense relevante, a pesar de los reflejos, la distorsión, los artefactos de codificación y otras características no ideales. A partir de los análisis, el doctor creó un método de procesamiento para localizar la fuente de los disparos y reducir el ruido de fondo incoherente, así como un método para identificar el punto de sincronización más probable para múltiples grabaciones de audio.

Para el análisis forense de audio, es cada vez más probable que se puedan presentar varias grabaciones generadas por usuarios como pruebas en una investigación criminal. Las pruebas de audio pueden provenir de teléfonos inteligentes portátiles, sistemas de vigilancia privados, cámaras corporales y otros dispositivos de grabación no sincronizados. Cuando existen disponibles varias grabaciones generadas por el usuario, el análisis de audio de las grabaciones podría proporcionar información espacial y temporal sobre la ubicación y orientación de las fuentes de sonido, incluidos, entre otros, los tiros.

El análisis de audio de disparos con arma de fuego del doctor Maher ya se utilizó en el juicio de la oficina de policía de Cleveland contra Michael Brelo, donde el doctor Maher concluyó que 15 de los 18 tiros fueron disparados desde el arma de Brelo. Las investigaciones independientes del FBI corroboraron sus conclusiones.

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