Las fuerzas del orden de Alemania, Polonia y Reino Unido, con el apoyo de Europol, han localizado y detenido al jefe de una red criminal responsable de estafar a cientos de ciudadanos de edad avanzada de toda Europa. El sospechoso fue detenido cerca de Londres, desde donde dirigía una red de estafadores dirigida principalmente a ciudadanos alemanes y polacos. Mientras ejecutaban la orden de detención emitida por las autoridades polacas, los agentes se incautaron de pruebas cruciales, como teléfonos móviles en la residencia del sospechoso. Mientras, la policía alemana llevó a cabo registros en cinco domicilios y se incautó de más de 160.000 euros en efectivo, lingotes y monedas de oro, así como joyas, teléfonos y otros dispositivos electrónicos.

La red criminal organizada estaba especializada en llamadas telefónicas dirigidas a personas mayores de Alemania y Polonia en las que se hacían pasar por agentes de policía o representantes de otras autoridades oficiales mediante la suplantación de identidad. Las víctimas eran informadas de que uno de sus familiares había estado involucrado en un accidente de tráfico o en un incidente similar y que había provocado lesiones graves o la muerte de otras personas. El estafador que llamaba entregaba el teléfono a un cómplice de la red, que, llorando o gritando desesperadamente en el teléfono, imploraba a la víctima que le ayudara. Este procedimiento pretendía conmocionar a la víctima, permitiendo al malhechor que llama aplicar el procedimiento fraudulento y pedir la entrega de dinero para evitar la detención del falso familiar.
Los delincuentes instruían a la persona estafada sobre el procedimiento para entregar el dinero que le habían solicitado y después enviaban a una persona para recogerlo en metálico al domicilio de la víctima. Para minimizar la exposición y evitar el riesgo de detención, la red criminal reclutó a cómplices involuntarios para esta tarea, a través de plataformas de trabajo en línea.
A lo largo de la investigación, más de 70 personas que participaban en esta estafa fueron detenidas, por ejemplo, mientras recogían el dinero solicitado en las casas de las víctimas. El daño global asciende a unos 5 millones de euros y se estima que se pueden haber evitado hasta otros 1,4 millones de euros de pérdidas, gracias a esta operación finalizada con éxito.
Los delitos practicados a personas mayores a través de llamadas de estafa en las que los delincuentes se hacen pasar por policías o autoridades judiciales suponen un grave peligro y tienen un impacto profundo sobre las víctimas. Aparte de los daños económicos sufridos, a menudo irrecuperables, pueden provocar angustia emocional y pérdida de confianza en las autoridades legítimas.
Aparte de suplantar la identidad de los funcionarios, incluidas las fuerzas del orden y, en algunos casos, el personal sanitario, otras estafas de suplantación incluyen el llamado truco del nieto o sobrino. En estos casos, los agresores se hacen pasar por familiares cercanos de las víctimas atacadas, la mayoría de las veces personas de edad avanzada, y simulan que se encuentran en dificultades económicas, legales o de salud, para obtener así dinero de forma fraudulenta.
Las redes criminales activas en estos fraudes de suplantación de identidad representan una importante amenaza en la Unión Europea y son muy adaptables a todo tipo de contextos. Por ejemplo, durante la pandemia de la Covid-19, algunos delincuentes adaptaron sus fraudes haciéndose pasar por familiares enfermos con necesidades económicas.
Es importante estar alerta y protegerse de las llamadas de estafa y no compartir información personal o financiera con personas desconocidas. Las fuerzas del orden y otros funcionarios nunca pedirán dinero o pagos por teléfono o en persona presentándose a la puerta de su casa.
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