Tal y como publicó recientemente The Conversation, el profesor de la Universidad de Rutgers, Alexander Hinton, considera que la expresión ‘lobo solitario’ es engañosa, ya que los extremistas violentos casi siempre forman parte de un grupo, y el uso repetido de esta expresión podría impedir conseguir frutos de los esfuerzos por combatir la violencia proveniente de la extrema derecha. En todo caso, esto podía ser cierto mucho antes de la era de las redes sociales.

Tras décadas de investigación sobre numerosos ataques que han dejado muchos muertos, ya está documentado que los extremistas casi siempre forman parte de una manada, no son lobos solitarios. Pero el mito del tirador como un lobo solitario sigue siendo tenaz y reaparece en la cobertura mediática después de casi todos los tiroteos masivos o actos de violencia de extrema derecha.
Hinton considera que este mito desvía a la gente de las causas reales de la violencia extremista, lo que obstaculiza la capacidad de la sociedad para prevenir los ataques.
La amenaza del terrorismo interno sigue siendo alta en Estados Unidos, especialmente el peligro que representan los extremistas del poder blanco, muchos de los cuales creen que los blancos están siendo “sustituidos” por personas negras.
Los extremistas de extrema derecha pueden llevar a cabo un ataque solos físicamente o como parte de un grupo reducido de personas, pero casi siempre están conectados y se identifican con grupos y causas mayores.
La gran mayoría de los extremistas de extrema derecha son, de hecho, hombres y mujeres corrientes. Viven en zonas rurales, suburbios y ciudades. Son estudiantes y profesionales que trabajan. Y creen que su causa está justificada.
Hay muchos ejemplos de matanzas de ciudadanos negros cometidas por hombres blancos como Patrick Crusius o Gendron, o el caso de Timothy McVeigh, presentado a menudo como el arquetípico loco lobo solitario que voló el edificio federal de Oklahoma City en 1995.
De hecho, McVeigh formaba parte de un grupo. Tenía cómplices y estaba conectado a través del panorama extremista de extrema derecha. Lo mismo ocurre con Gendron y Crusius, que también fueron caracterizados en la cobertura mediática como lobos solitarios. Ambos estaban activos en las plataformas de redes sociales de extrema derecha y habían publicado manifiestos antes de sus ataques. El manifiesto de Gendron habla de cómo se radicalizó en la web oscura y cómo se inspiró para atacar tras ver vídeos de la masacre de 51 personas de Brenton Tarrant en 2019 en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda.
Casi una cuarta parte del manifiesto de Gendron está extraída directamente del de Tarrant, que llevaba por título ‘El gran reemplazo’. Este miedo a la sustitución de los blancos, centrado en torno a la percepción de su disminución demográfica, también fue un motivo para Crusius. Su manifiesto rinde homenaje a Tarrant, antes de explicar que su ataque fue “una respuesta a la invasión hispánica de Texas”. El mito del lobo solitario sugiere también que los extremistas son desviados anormales con personalidades antisociales.
Mediante el uso de este término, que individualiza el extremismo, Hinton considera que los funcionarios del orden público también pueden despolitizar su trabajo. En lugar de centrarse en movimientos como el nacionalismo blanco que tienen simpatizantes en los distintos niveles de gobierno, desde los sheriffs hasta los senadores, se centran en los individuos.
Esta comprensión proporciona una base para desarrollar estrategias a largo plazo para evitar que extremistas como Gendron y Crusius lleven a cabo ataques más violentos.
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Muy buen artículo y reflexión.
Personalmente llevo tiempo apartando la etiqueta de “lobo solitario” cuando se nombran ciertas formas de atentar del extremismo. Prefiero utilizar “tirador activo” o incidente con Múltiples Víctimas (IMV) para según qué tipos de acciones de esta índole.
Los sucesos AMOK también podrían tener cabida para según qué tipos de incidentes, como se han desarrollado o que circunstancias han llevado a su autor a realizarlo.
Si bien el extremismo de corte yihadista está abriendo posibilidades en la radicalización de personas potencialmente inestables o con problemas mentales, adicciones o sociales (o varias de ellas en un mismo individuo), considerar que actúan totalmente solos o sin ningún tipo de conexión es individualizar un problema y perder visión de conjunto.
La extrema derecha y en especial la existente en USA, se mueve en círculos que vinculan a mucha gente en muchas esferas de la sociedad americana.
No existen los “lobos solitarios” y la definición por si marca un desconocimiento de un animal que vive en manada de 10-20 miembros, con una una o dos parejas dominantes y una marcada jerarquía.