Según informa Christopher Carey desde el rotativo Cities Today de Londres, a medida que las cifras de pasajeros del transporte público avanzan hacia los niveles anteriores a la pandemia, un número creciente de ciudades de todo el mundo está reexaminando cómo pueden hacer que el viaje sea más seguro e inclusivo.

Los informes de ataques y comportamientos antisociales dirigidos al personal y a los pasajeros han ido aumentando a nivel mundial durante las últimas dos décadas. Si bien en las ciudades en desarrollo, especialmente en el sur de Asia, sigue habiendo los ataques más graves, los países con economías avanzadas están contabilizando un número creciente de incidentes.
Las mujeres, en particular, declaran sentirse cada vez más inseguras en el transporte público, así como más vulnerables que los hombres a los ataques y al acoso de naturaleza sexual.
Para solucionar este problema, algunas ciudades han realizado cambios en los vehículos y en la infraestructura de las estaciones, incluida la instalación de una iluminación más brillante, cámaras y botones de emergencia, y asegurando una presencia visible del personal que trabaja allí. Otras ciudades han ido más allá y han implicado a los pasajeros en los esfuerzos de prevención.
En octubre de 2021, Transport for London (TfL) lanzó una campaña detolerancia cero sobre el acoso sexual.
La iniciativa, que incluía una campaña de carteles en internet y anuncios en las redes sociales, tenía como objetivo desafiar el acoso y enviar un mensaje claro a los delincuentes de que no serán tolerados.
El mes pasado, el operador de transporte intensificó sus esfuerzos con una nueva iniciativa que animaba a los espectadores a ser proactivos e intervenir si eran testigos de acoso sexual en el transporte público.
A pesar de que los niveles generales de control del transporte público no han aumentado en Londres, ha habido operaciones más específicas en determinadas zonas. TfL también ha presentado un nuevo equipo de agentes de control de transporte, que tienen el encargo de reducir los comportamientos antisociales.
En una investigación publicada el año pasado por el organismo de control del transporte London TravelWatch, casi la mitad de las mujeres dijeron que habían dejado de viajar a Londres a determinadas horas del día por preocupaciones por su seguridad personal.
Las cifras también revelaron un aumento interanual del 81% del acoso sexual de mujeres y niñas, aunque eso se ha atribuido a una mayor comunicación de incidentes como resultado de la campaña.
En 2015, el antiguo líder del Partido Laborista del Reino Unido Jeremy Corbyn, que ha sido diputado en el norte de Londres desde el año 1983, dijo que consideraría la introducción de vehículos solo para mujeres en el transporte público para ayudar a reducir el acoso.
La idea recibió un fuerte rechazo por parte de muchos, pero el debate sobre los coches solo para mujeres se vuelve a encender periódicamente.
Estos vehículos son habituales en varios países, sobre todo en la India, Irán, Japón o Egipto, donde se han producido varios incidentes de gran notoriedad que implican violencia sexual contra las mujeres.
Una encuesta de Reuters de 2014 preguntó a 6.300 mujeres de todo el mundo si se sentirían más seguras viajando en un vehículo para un solo sexo. La encuesta, que cubrió 15 de las mayores capitales del mundo y Nueva York, la ciudad más poblada de los Estados Unidos, constató que el 70% de las mujeres habían dicho que se sentirían más seguras.
Manila, en las Filipinas, fue la ciudad donde las mujeres estaban más a favor del transporte para un solo sexo, con el apoyo del 94% de las mujeres, seguida de Yakarta en Indonesia, Ciudad de México en México y Delhi en la India.
_____
Aquest apunt en català / This post in English / Post en français