La nueva ley estadounidense que se aplica en el estado de Texas que permite que la mayoría de adultos mayores de 21 años puedan llevar un arma de fuego sin tener licencia ha provocado fuertes divisiones entre partidarios y detractores de la medida. Hay alguaciles, líderes policiales y fiscales de distrito de áreas urbanas de Texas que consideran alarmante el incremento de personas que llevan armas y de tiros improvisados que esto ha supuesto.

Asimismo, sobre todo en zonas y condados rurales, otros alguaciles consideran que no ha habido cambios en profundidad desde la aplicación de la nueva ley. Y entre los defensores de los derechos de llevar armas consideran que desde que más gente va armada podría ser la explicación de por qué los tiroteos han disminuido en algunas partes del estado.
Lejos de ser un caso atípico, la nueva ley de Texas es un paso más en el esfuerzo de expandir la eliminación de casi todas las restricciones por llevar pistolas. Cuando la ley de portación sin permiso del estado de Alabama esté vigente en enero de 2023, la mitad de los estados de EEUU, desde Maine hasta Arizona, no requerirán una licencia para llevar una pistola.
El impulso legislativo de varios estados ha coincidido con un poder judicial federal que se ha ido inclinando cada vez más a favor de llevar armas y en contra de los esfuerzos estatales por regularlas. El problema es que Texas es el estado con mayor población que ha retirado las restricciones a llevar armas de fuego. Cinco de las 15 ciudades más grandes de EE.UU. están en Texas, y por tanto este enfoque de permisividad con las armas es un nuevo hecho en la vida en las áreas urbanas en una medida que no se ve en otros estados.
Hasta el día de hoy, no se han publicado estadísticas de los tiroteos en el estado de Texas desde que la ley entró en vigor en septiembre de 2021. Los detractores de la ley son pesimistas con las cifras después de que los homicidios y los suicidios con armas de fuego se dispararan en 2020, el primer año de la pandemia, para continuar aumentando el año 2021 y llegando a las tasas más altas de las últimas tres décadas.
Los departamentos de policía de las grandes ciudades y los principales grupos encargados de hacer cumplir la ley se opusieron a la nueva ley de armas de fuego cuando se presentó ante la Legislatura estatal en la primavera de 2021, preocupados por la pérdida de requisitos de capacitación necesarios para un permiso y un mayor peligro para los oficiales.
Los policías denuncian que en la actualidad las discusiones entre personas bebidas en la fronteriza de Eagle Pass, la gente que sale de juerga por la noche, las peleas por un puesto de aparcamiento o por mala conducción o las infidelidades conyugales acaban en tiroteos. Y lo ratifican a tenor del incremento de denuncias que reciben los fiscales de Houston de incidentes armados en todas partes.
La ley todavía prohíbe llevar una pistola a aquellos condenados por un delito grave, a quienes están bajo los efectos del alcohol o cometen otros delitos. En esta línea, los defensores de la ley subrayan que en el condado de Harris, los casos penales relacionados con la posesión ilegal de armas han aumentado considerablemente desde que la nueva ley entró en vigor: 3.500 durante el año 2022 frente a los 2.300 de todo el 2021.
Y en Dallas ha aumentado, desde la aprobación de la ley, la cifra de homicidios considerados “justificables”, como los realizados en defensa propia. En esta línea, el autor del libro More guns, less crime, John R. Lott Jr., subraya que su investigación ya predecía este escenario: una mayor reducción del crimen si las personas que son víctimas más probables de delitos violentos van armadas.
_____
Aquest apunt en català / This post in English / Post en français