Continúa el descenso de las detenciones de menores de edad en los Estados Unidos por delitos violentos

La cifra de jóvenes –de 0 a 17 años– detenidos por la policía de los Estados Unidos por cometer delitos violentos –asesinatos, homicidios, robos con violencia, etc. – continúa su descenso desde el año 2000. Durante el año 2020, la cifra de detenciones por delitos violentos cometidos por jóvenes llegó a un nuevo mínimo, un 78% por debajo del pico de 1994, y la mitad del número diez años antes.

Los hombres representaron el 80% de todas las detenciones de jóvenes por delitos violentos en 2020, pero su proporción de detenciones por asesinatos (92%) y robos (88%) fue mucho más elevada.

La franja de jóvenes de entre 16 y 17 años representa más de la mitad (55%) de todos los jóvenes detenidos, pero en el ilícito de asesinato representaron el 76% de todas las detenciones.

Los jóvenes blancos representaron casi la mitad (49%) de todas las detenciones juveniles y el 57% de las detenciones de jóvenes por agresiones graves.

Durante el año 2020, se estima que hubo 424.300 detenciones de menores de 18 años, un 38% menos que la cifra correspondiente al año 2019 y la mitad del número de detenciones 5 años antes.

En general, las detenciones de menores de 18 años representaron el 7% de todas las detenciones por delitos violentos, una disminución de 7 puntos porcentuales respecto al año 2019, que fue del 14%.

Durante el año 2020, los jóvenes entre los 18 y los 24 años representaron el 19% de todas las detenciones y el 21% de las detenciones por delitos violentos.

Aunque las detenciones de jóvenes por robo y agresiones han ido en declive, las detenciones por asesinato han aumentado desde que se había alcanzado el punto más bajo en 2012. Eso sí, la cifra de detenciones por delitos violentos con jóvenes disminuyó un 56% entre los años 2010 y 2020. La menor disminución fue en el capítulo de los robos, que marca un descenso del 24%, mientras que entre los adultos la disminución fue del 5%. Y las detenciones de jóvenes por agresiones graves cayeron un 29%, mientras que las detenciones de adultos aumentaron en torno a un 1%.

A pesar de todo, es importante tener en cuenta que el año 2020 fue el inicio de la pandemia de la COVID-19 y, además, hay que subrayar que un solo delito puede comportar la detención de más de una persona. Esto último puede haber afectado a las políticas, los procedimientos y la situación de recogida de datos, donde muchas detenciones que resultan de un solo delito son relativamente habituales.

Además, las órdenes de quedarse en casa y el cierre de escuelas probablemente evitaron incrementos de comportamientos que infringen las leyes juveniles. Por estos motivos, se tendrían que relativizar las cifras de detenciones y no llamar la atención de las fuerzas del orden respecto al año 2020.

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