Cada vez es más probable que el metaverso sea objeto de ciberataques que supongan un riesgo real tanto para las empresas que optan por estar activas allí como para los usuarios que acceden a él. El crecimiento del metaverso pone el acento en la necesidad de abordar los retos de ciberseguridad que plantea este nuevo entorno multimedia.

Se estima que el metaverso representará un porcentaje del 1% de la economía global, que podría llegar a los 8-13 billones de dólares en el año 2030, según el banco de inversión Citi. Precisamente por este crecimiento, cada vez es más probable que el metaverso sea objeto de ciberataques que suponen un riesgo real.
Tal como explican las webs Ooda y Lexology, el metaverso hace referencia a un universo digital, resultado de múltiples elementos tecnológicos que incluyen la realidad virtual y la realidad aumentada. La idea es que los usuarios puedan acceder al metaverso a través de visores 3D y tener experiencias virtuales. De hecho, es posible crear avatares realistas, conocer a otros usuarios o realizar todas aquellas acciones que llevamos a cabo de forma desconocida en internet en una única plataforma, incluso crear un inmueble o un mercado.
El metaverso, pues, requiere el uso simultáneo de muchas tecnologías donde la realidad aumentada, las tecnologías de la nube y la inteligencia artificial se combinan para ser funcionales, y donde también existe la posibilidad de crear una economía única mediante criptomonedas.
Dadas las tecnologías implicadas, el riesgo de ser víctima de ciberataques en el metaverso es muy elevado. Además, el uso simultáneo de tecnologías tan distintas, así como la recogida de innumerables cantidades de datos, tanto personales como no personales, y el uso de blockchain (cadena de bloques), hacen que el uso de sistemas de seguimiento y prevención de los ciberataques sea muy complejo, en comparación con lo que pasa en el mundo virtual o real. Por ejemplo, hay decenas de casos de venta de obras o productos falsificados en el mundo descentralizado.
Aunque se supone que las actividades de phishing pueden experimentar un fuerte aumento con el metaverso, también es posible que suceda lo siguiente:
- Robo de identidad: los ciberdelincuentes, a través de la información que se encuentran en línea y en el metaverso, podrían recurrir al robo de identidad de los usuarios, por ejemplo, mediante el robo de avatares.
- Robo de criptomoneda: los ciberdelincuentes podrían tomar posesión de las carteras y las llaves de acceso de los usuarios al metaverso y llevar a cabo acciones delictivas.
No obstante, la principal preocupación de ciberseguridad en el metaverso debe dirigirse a los datos personales (además, como en el mundo real), que serán el principal objetivo de ataque por parte de los ciberdelincuentes.
Solo hace falta tener en cuenta los datos biométricos liberados por los usuarios para aprovechar dispositivos que permiten pasar de la realidad virtual a la realidad aumentada que utilizan los datos biométricos del usuario para permitir el acceso dentro del metaverso.
Las empresas deberán prepararse con antelación para prevenir este tipo de ataques y garantizar que sus sistemas de seguridad sean seguros y libres de vulnerabilidades que puedan causar daños graves no solo a la economía y la reputación de las empresas, sino también a los usuarios. En este contexto, sin embargo, siguen faltando regímenes normativos que, tan pronto como sea posible, deberían ponerse en marcha para garantizar la protección del metaverso y de sus usuarios.
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