Como parte del trabajo realizado bajo la presidencia francesa para reformar y reforzar el espacio Schengen ante los nuevos retos, el Consejo Europeo ha adoptado un nuevo enfoque general sobre la reforma del código de fronteras de Schengen.

Esta reforma:
- ofrece nuevas herramientas para combatir la instrumentalización de los flujos migratorios: establece un nuevo marco legal para las medidas en las fronteras exteriores en caso de crisis sanitaria, a partir de las lecciones aprendidas de la experiencia con la pandemia de COVID-19;
- actualiza el marco legal para la reintroducción de los controles en las fronteras interiores con el fin de salvaguardar el principio de libre circulación, a la vez que responde a las amenazas persistentes;
- introduce medidas alternativas a estos controles.
El texto define la instrumentalización de los migrantes como una situación en la que un tercer país o un actor no estatal fomenta o facilita el movimiento de nacionales de terceros países hacia las fronteras exteriores de la UE o hacia un estado miembro con el fin de desestabilizar la UE o un estado miembro. La reforma introduce nuevas medidas para combatir este fenómeno, como limitar el número de puntos de paso en la frontera exterior o limitar el horario de apertura, e intensificar la vigilancia fronteriza.
Medidas en las fronteras exteriores en caso de crisis sanitaria
El texto prevé la posible adopción rápida de normas mínimas vinculantes sobre restricciones temporales de viaje en las fronteras exteriores en caso de amenaza para la salud pública. Esto reforzará las herramientas actualmente disponibles aplicadas durante la pandemia de COVID-19, que se han basado en recomendaciones no vinculantes.
El reglamento de ejecución vinculante que tiene que adoptar el Consejo en estas situaciones incluirá restricciones mínimas, con la posibilidad de que los estados miembros apliquen restricciones más estrictas si las condiciones lo exigen.
Reintroducción de los controles en las fronteras interiores
El texto establece procedimientos más estructurados para la reintroducción de los controles en las fronteras interiores, con garantías más fuertes. Tiene en cuenta una reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que confirmó el principio de libertad de circulación dentro del espacio Schengen, a la vez que especifica las condiciones para la reintroducción de los controles en las fronteras interiores. En este sentido, ofrece posibles respuestas a las amenazas persistentes a las políticas públicas y la seguridad interna.
Si se confirma una necesidad continuada de controles en las fronteras interiores más allá de dos años y seis meses, el estado miembro afectado deberá notificar a la Comisión su intención de prolongar todavía más los controles de las fronteras interiores, y deberá justificarlo y especificar la fecha en la que espera levantar los controles. A continuación, la Comisión emitirá una recomendación, también relativa a esa fecha, y con respecto a los principios de necesidad y proporcionalidad, que el estado miembro deberá tener en cuenta.
Promoción de medidas alternativas
El texto actualiza el código de fronteras de Schengen proporcionando medidas alternativas a los controles de las fronteras internas, en particular proponiendo un marco más eficaz para los controles policiales en las regiones fronterizas de los estados miembros.
Asimismo, el texto introduce un nuevo procedimiento para abordar los movimientos no autorizados de migrantes irregulares dentro de la UE. En el contexto de un marco de cooperación bilateral basado en la acción voluntaria de los estados miembros interesados, este mecanismo permitirá a un estado miembro trasladar los nacionales de terceros países detenidos en la zona fronteriza y que se encuentran ilegalmente en su territorio al estado miembro de donde han llegado, en el contexto de la cooperación policial transfronteriza operativa.
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