La policía del Reino Unido instó a acabar con la “cultura de la cantina” machista, sexista, misógina y homófoba que existe dentro de la policía para intentar recuperar la confianza del conjunto de la sociedad.

John Apter, presidente de la Federación de Policía de Inglaterra y Gales, que representa a más de 130.000 agentes del orden, reconoció que las fuerzas policiales del Reino Unido tienen un problema de comportamiento en el que las mujeres oficiales son sometidas a motes machistas y observaciones despectivas, y añadió que eso se tenía que consignar a la historia, según publicaba hace unos días el rotativo inglés Sunday Times.
Apter añadió que mantener la confianza pública en la policía es esencial, de modo que hay que aceptar que tenemos un problema, y solo así se podrá afrontar.
Después de que Wayne Couzens fuera condenado por el asesinato de Sarah Everard, de 33 años, el cuerpo de policía fue descrito como institucionalmente misógino por una antigua jefa de policía de Nottinghamshire, Susannah Fish. Fish dijo que ella misma había sido agredida sexualmente por colegas mientras estaba en la policía. El cambio cultural nunca es fácil, y eso no es exclusivo de la policía, pero solo porque no es fácil no quiere decir que no deba intentarse. No hacer nada no es una opción.
Wayne Couzens recibió una condena perpetua por el secuestro, la violación y el asesinato de Sarah Everard, después de que ella desapareciera mientras volvía a su casa desde la casa de un amigo en el sur de Londres. En aquel momento, Couzens era un agente de policía en servicio y utilizó su credencial y las esposas para secuestrarla.
Apter dijo que el horrible asesinato había dañado la confianza de la sociedad en la policía. Todo el mundo en la policía debe afrontarlo. No es suficiente decir que estas fueron las acciones de un hombre malvado que merece pudrirse en prisión.
Hay que demostrar no solo con las palabras, sino también con las acciones, que el sexismo y la misoginia no tienen absolutamente ninguna cabida en el servicio policial.
La Oficina Independiente de Conducta Policial explicó que cinco agentes de policía de cuatro cuerpos diferentes se enfrentaban a medidas disciplinarias por mensajes compartidos en las redes sociales sobre el asesino de Everard.
John Apter añadió que la misoginia no es solo un problema para las mujeres, es un problema para todo el mundo. Demasiado a menudo hay silencios cuando pasa eso, y a través de esta inacción se está fallando los unos a los otros y a la sociedad en general.
Hay que consignar en los libros de historia esta cultura de la cantina, donde se producen motes machistas y comentarios despectivos. Cuando las bromas cruzan la línea para convertirse en machistas, despectivas u homófobas es cuando dejan de ser broma, y es aquí donde se necesita una reacción.
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