Francia abrirá una consulta para reformar sus cuerpos policiales

El presidente francés, Emmanuel Macron, lanzará una gran consulta nacional para tener la opinión de ciudadanos, sindicatos, políticos y expertos externos para una futura reforma de la Policía y la Gendarmería.

Entre los diversos objetivos habría una mejora de las condiciones de trabajo de las fuerzas del orden, reforzar la seguridad interior y renovar la deteriorada confianza entre los agentes y la ciudadanía.

En plena polémica sobre el racismo y la violencia policiales y ante las fuertes críticas a la Ley de seguridad global, Macron prometió a los ciudadanos una gran consulta nacional sobre la reforma de ambos cuerpos, en la que participan los sindicatos de policía, ministros, políticos y expertos internacionales. Estas consultas, que durarán hasta mayo, tendrán que sentar las bases de una futura ley de programación de la seguridad interior para el 2022.

La consulta durará unos cuatro meses y entre otros temas abordará el vínculo entre la policía y la ciudadanía, la formación de los agentes, la relación de la policía con la justicia, el mantenimiento del orden, la grabación de vídeos de actuaciones policiales, la reforma de las unidades de asuntos internos y la mejora de los medios materiales y humanos

El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, no cree que exista una separación entre la policía y los franceses, como aseguran algunos analistas y políticos; espera que la reforma sirva para resolver lo que él ha denominado los “siete pecados capitales” de la policía. Entre estos “pecados” destaca la insuficiente formación inicial y continua de los policías y gendarmes franceses: ocho meses frente a los tres años de Dinamarca. Además, muchos policías novatos son destinados al principio a los barrios más conflictivos de las grandes ciudades sin estar bien formados para eso, y no reciben suficiente apoyo ni medios de sus superiores.

También se espera que se lleve a cabo una reforma en profundidad de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), el equivalente a los asuntos internos en otros países. La “policía de la policía”, como dicen en Francia, es a menudo acusada de falta de independencia y opacidad, lo cual contribuye a la existencia de un sentimiento de impunidad ante los delitos cometidos por los agentes.

Los franceses se encuentran divididos sobre la violencia policial. Un 42% considera que estas acusaciones se corresponden con la realidad, mientras que el mismo porcentaje cree que se trata de hechos marginales o inexistentes. Lo mismo pasa con las denuncias de racismo en la policía. Un 43% piensa que son hechos aislados y un 39% opina que las fuerzas del orden son racistas.

Los policías, por su parte, se quejan de los bajos salarios, de la sobrecarga de trabajo, de la falta de medios y de la ola de suicidios en el cuerpo. Los agentes, en alerta permanente desde la oleada de ataques islamistas de 2015, se han convertido en objetivo de manifestantes violentos, como se puede ver con las protestas de los “chalecos amarillos” o en otras más recientes. En el año 2020, 11 agentes de las fuerzas del orden perdieron la vida en acto de servicio y 8.700 policías y gendarmes resultaron heridos, según datos oficiales.

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