Hace unos días hablábamos en este blog del crecimiento de los dispositivos en la internet de los cuerpos a raíz de un estudio que analizaba sus oportunidades, riesgos y gobernanza. Una parte de estos dispositivos son los llamados ‘ponibles’, que hace referencia al hecho de que las personas los llevan puestos y captan determinados datos de su salud.

La RAND Corporation ha publicado un informe [1] sobre los usos potenciales de estos dispositivos ponibles por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad. El informe es el resultado de un grupo de trabajo realizado en nombre del National Institute of Justice de los EE.UU., en el que también participó, y el Police Executive Research Forum.
El grupo de trabajo estaba formado por policías, investigadores y desarrolladores y debatieron partiendo de cuatro preguntas de investigación:
- ¿Cuál es el estado actual y en un futuro próximo de la tecnología de sensores ponibles?
- ¿Qué puntos de intersección existen entre estas tecnologías y los intereses de los cuerpos policiales, tanto para los agentes como para las organizaciones policiales?
- ¿Cuáles son los retos específicos que estas tecnologías representan para la privacidad de los datos, sus titulares y la ciudadanía?
- ¿Cuáles son las cuestiones destacadas asociadas con las tecnologías de sensores ponibles y cómo se dirigen de manera específica?
Como ejemplo de los dispositivos a tener en cuenta mencionaban las pulseras, las bandas de pecho y tejidos inteligentes, con los que pueden obtenerse biomarcadores relacionados con la salud de los policías, para informar en la toma de decisiones operativas.
Entre las principales conclusiones a las que llegaron destacamos las siguientes:
- El desarrollo actual de las tecnologías de sensores ponibles más asequibles todavía no llega al nivel de exactitud y precisión que requieren las fuerzas y cuerpos de seguridad para ser útiles como potenciales herramientas de apoyo a la toma de decisiones. Por el contrario, los dispositivos que cumplen estos requisitos son los utilizados con fines médicos y tienen un precio excesivo o no cumplirían los criterios de portabilidad.
- Los participantes del grupo de trabajo creen que el objetivo a corto plazo tiene que ser preparar las organizaciones policiales y sus efectivos para el momento en el que las tecnologías sean más aplicables a los roles de los cuerpos de seguridad.
- El futuro dependerá de cómo estas tecnologías se adapten a las tareas diarias de los agentes, cómo se integran en la tecnología que ya llevan y que las mediciones que realicen sean válidas y fiables, de interpretación clara, y las políticas relacionadas con la gestión y el análisis de los datos. Las tecnologías tienen el potencial de valorar las capacidades de un agente para trabajar y a los mandos para escoger qué tareas asignan a sus agentes.
- Los cuerpos policiales tienen que participar en el desarrollo de estos dispositivos, ya que las necesidades quizás no son las mismas que las de los dispositivos comerciales.
[1] Wearable Sensor Technology and Potential uses Within law Enforcement. Identifying High-Priority Needs to Improve Officer Safety, Health, and Wellness Using Wearable Sensor Technology. https://www.rand.org/pubs/research_reports/RRA108-7.html
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