Oregón se convirtió en el primer estado de los Estados Unidos en despenalizar la tenencia de todas las drogas el 3 de noviembre de 2020.

A través de la cláusula 110, una iniciativa de votación financiada por la Drug Policy Alliance, un grupo de defensa sin ánimo de lucro, aprobó la iniciativa con más del 58% de los votos. Poseer heroína, cocaína, metanfetamina y otras drogas para uso personal ya no es un delito criminal en Oregón.
Estas drogas siguen contraviniendo la ley, como también lo hace su venta. Pero la posesión es ahora una violación civil –no criminal– que puede provocar una multa o una terapia ordenada por el tribunal, no la pena de prisión. La marihuana, que Oregón legalizó en 2014, sigue siendo totalmente legal.
Hay tres argumentos principales para esta importante reforma de la política sobre drogas.
1. La prohibición de las drogas ha fracasado
La razón aparente para castigar duramente a los usuarios de drogas es disuadir su consumo. Pero décadas de investigaciones han concluido que el efecto disuasivo del castigo penal estricto es pequeño, si existe. Eso es especialmente cierto entre los jóvenes, que son la mayoría de los consumidores de drogas.
Los Estados Unidos tienen el porcentaje de encarcelamiento más alto del mundo y uno de los índices más elevados de consumo de drogas ilegales. Aproximadamente una persona de cada cinco encarcelados en los Estados Unidos está cometiendo un delito por drogas.
Como criminalizar las drogas no impide realmente su consumo, la despenalización no lo aumenta realmente. Portugal, que despenalizó la tenencia personal de todas las drogas en 2001 como respuesta a un elevado consumo de drogas ilícitas, tiene tasas de consumo mucho más bajas que la media europea.
2. La despenalización aprovecha mejor el dinero
Arrestar, procesar y encarcelar personas por delitos relacionados con las drogas es caro.
El economista de Harvard Jeffrey Miron calcula que todos los gastos gubernamentales relacionados con la prohibición de las drogas fueron de 47.800 millones de dólares americanos en 2016. Oregón gastó unos 375 millones de dólares en prohibición de drogas aquel año.
Oregón desviará una parte del dinero que anteriormente se utilizaba para hacer cumplir las penas por drogas para pagar una docena de nuevos centros de prevención y tratamiento de drogas en todo el estado, que se ha valorado como una estrategia significativamente más rentable. Algunos ingresos fiscales por ventas recreativas de marihuana, que superaron los 100 millones de dólares en 2019, también se destinarán a los servicios de adicción y recuperación.
3. La guerra contra las drogas se dirige a personas de color
Otro objetivo de la despenalización es mitigar las importantes disparidades raciales y étnicas asociadas a la aplicación de la ley contra las drogas.
El consumo ilegal de drogas es aproximadamente comparable en todas las razas de los Estados Unidos, pero las personas de color son mucho más propensas a ser registradas, arrestadas y encarceladas por un delito relacionado con las drogas. Los delitos contra las drogas pueden incurrir en largas condenas de prisión.
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