El doctor Jonas Grutzpalk −profesor de Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Ciencias Aplicadas para la Policía y la Administración Pública de Renania del Norte-Westfalia, Alemania− hizo una investigación sobre cómo el trabajo de policía se había visto afectado por el surgimiento de la pandemia de COVID-19.

El plan de estudios de la policía de Renania del Norte-Westfalia, donde imparte clases, toca muchos temas distintos que van desde la ética, la sociología, las competencias interculturales, etc. hasta diferentes ramas del derecho (penal, tráfico, función pública) y las llamadas “asignaturas policiales”, como ciencias forenses, tácticas, de gestión del tráfico, etc.
A partir de aquí, el doctor se planteó varias cuestiones: ¿Cómo cambia todo eso el coronavirus? ¿Cómo afecta la COVID-19 a la educación policial? ¿Y de qué formas? ¿Hay lecciones importantes para las futuras generaciones policiales que se están aprendiendo ahora mismo mientras se controla la pandemia real? ¿Puede ser que las fuerzas policiales estén aprendiendo algo sobre la vigilancia de una pandemia que se tendría que enseñar en las academias de policía de toda Europa?
En una serie de entrevistas que hizo a agentes de policía dentro y fuera del puesto de trabajo, preguntó a los entrevistados qué había aprendido la policía como institución durante la pandemia y qué tipo de procesos de aprendizaje les gustaría. Sus respuestas tocan varios temas, pero destacaban el problema creciente del escepticismo violento hacia las medidas adoptadas para allanar la curva de las nuevas infecciones.
Comunicación. Algunos de los entrevistados argumentan que la comunicación con la gente en la calle se ha vuelto más difícil, ya que al llevar máscaras les ha dificultado la expresión a través de los gestos faciales. Y también se ha vuelto más complicado descifrar el estado emocional de las personas con que trata la policía.
Autoprotección. Escupir a agentes de policía siempre ha sido un modo de mostrar desprecio. Con la COVID-19, esta forma de ataque físico ha adquirido un significado nuevo y más peligroso, ya que también podría estar destinado a infectar intencionadamente con el coronavirus a los agentes de policía. La autoprotección de los agentes de policía, que es una parte importante del entrenamiento, pasa de este modo de evitar fuertes ataques a evitar encuentros que puedan provocar una infección. Pero eso, por descontado, amplía la distancia entre la policía y la ciudadanía, lo cual los entrevistados intentaron evitar al máximo. Queda por saber cómo los agentes de policía se pueden proteger contra los daños y ser un poco accesibles para las personas que tratan.
Enseñanza online. Las principales preocupaciones expresadas en este contexto se refieren al bienestar emocional de los estudiantes, pero también al contenido de lo que se enseña a medida que se clasifica parte del material. La educación policial está aprendiendo a tratar el tema de la educación online y hay muchas nuevas lecciones aprendidas por el camino.
Trabajo en casa y administración. Uno de los entrevistados planteó la pregunta de si la policía sería capaz de implementar el trabajo en casa. Uno de los principales problemas aquí es, por descontado, la seguridad de los datos, pero parece que también existe un problema cultural.
Estos pocos ejemplos muestran que la pandemia actual está imponiendo algunas lecciones que hay que aprender sobre la policía moderna. Todavía hay muchas más pendientes de mencionar. Lo que es interesante de estas lecciones es:
a) hasta qué punto se podrían institucionalizar
b) cómo podrían afectar a la conducta de la policía en la vida cotidiana
c) si nunca se aprenderán o más bien serán ignoradas
_____
Aquest apunt en català / This post in English / Post en français