La pandemia de COVID-19 ha intensificado la ciberdelincuencia

Este mes de octubre se ha publicado el informe de ciberdelincuencia 2020 de Europol, que actualiza las últimas tendencias y el impacto actual de la ciberdelincuencia en la Unión Europea y en el resto del mundo.

La pandemia mundial de COVID-19 que afectó a todos los rincones del mundo nos obligó a reimaginar nuestras sociedades y a reinventar nuestra manera de trabajar y de vivir. Durante el bloqueo, recurrimos a internet para obtener una sensación de normalidad: comprar, trabajar y aprender online a una escala nunca vista hasta ahora. Y lo aprovecharon los ciberdelincuentes con muchas tipologías de delitos.

El phishing sigue siendo una amenaza efectiva. Los delincuentes utilizan métodos innovadores para aumentar el volumen y la sofisticación de sus ataques. Los delincuentes explotaron rápidamente la pandemia para atacar a personas vulnerables; el phishing, las estafas online y la difusión de noticias falsas se convirtieron en una estrategia ideal para los ciberdelincuentes, que también quieren vender artículos que afirman que prevendrán o cuidarán la COVID-19.

El cifrado sigue siendo una característica clara de un número creciente de servicios y herramientas. Uno de los principales retos para las fuerzas del orden es cómo acceder y recoger datos relevantes para investigaciones penales.

Los ataques de ransomware se han vuelto más sofisticados, dirigidos a organizaciones específicas del sector público y privado mediante el reconocimiento de víctimas. Aunque la pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento de la ciberdelincuencia, los ataques de ransomwarese dirigieron a la industria sanitaria mucho antes de la crisis. Además, los delincuentes han incluido otra capa a sus ataques de ransomware, amenazando con subastar los datos obtenidos, aumentando la presión sobre las víctimas para pagar el rescate.

Las principales amenazas relacionadas con la explotación online de abuso infantil se han mantenido estables los últimos años, aunque la detección de material de abuso sexual infantil online experimentó un fuerte repunte en el momento más álgido de la crisis de la COVID-19. Los delincuentes siguen utilizando varias maneras de esconder este crimen horroroso, como redes P2P y aplicaciones de comunicaciones cifradas.

La transmisión en directo de abuso infantil sigue aumentando y se vuelve todavía más popular que habitualmente durante la crisis de la COVID-19, cuando las restricciones de movilidad evitaron que los infractores pudieran abusar físicamente de los niños. En algunos casos, se utilizan aplicaciones de chats de vídeo en los sistemas de pago, lo que se convierte en uno de los retos principales para las fuerzas del orden, porque este material no se graba.

El intercambio de SIM, que permite a los autores hacerse cargo de las cuentas, es una de las nuevas tendencias de este año. Los delincuentes intercambian de manera fraudulenta las SIM de las víctimas por una de las suyas, para interceptar el paso único de contraseñas del proceso de autenticación.

El año 2019 y principios de 2020 hubo un alto nivel de volatilidad en la web oscura. El ciclo de vida del mercado de la web oscura se ha reducido y no hay un mercado dominante claro que haya aumentado durante el último año. Tor sigue siendo la infraestructura preferida, aunque, para vender sus productos ilegales, los delincuentes han empezado a utilizar otras plataformas de mercado descentralizadas centradas en la privacidad. Aunque no se trata de un fenómeno nuevo, este tipo de plataformas han empezado a aumentar durante el último año.

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