Los alcaldes de las 32 ciudades capitales de Colombia se reunieron con el Ministerio de Defensa para exponer y coordinar las principales necesidades en materia de seguridad ciudadana. Y es que la seguridad ciudadana se ha convertido en la principal preocupación de los alcaldes agrupados en el gremio que los representa, Asocapitales.
Los alcaldes piden al Ministerio de Defensa un trabajo coordinado para dar cumplimiento a cinco propuestas específicas:
– Medidas relacionadas con la reducción de los homicidios.
– Herramientas para las movilizaciones ciudadanas.
– Rediseño de los modelos de seguridad.
– Drogadicción como un problema de salud mental.
– Masificación en las prisiones.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue el escogido para representar a los alcaldes ante el Ministerio de Defensa. Los alcaldes consideran que están ante una epidemia del delito, circunstancia que castiga la salud, la vida y el patrimonio de los ciudadanos y ante la cual cualquier iniciativa que le ponga remedio será bienvenida. En esta línea, el alcalde del Valle del Cauca anunció que su ciudad aplicará estrategias como las que se implementaron en Medellín: un fondo para recompensas que ayude a capturar a los responsables de los crímenes.
Los alcaldes consideran que se deben construir mejores políticas de atención integral, con educación, cultura y deporte y oponerse radicalmente a aquellos adultos que utilizan a jóvenes para el delito. Frente a esto proponen que cada municipio debería tener su propia mesa de diálogo.
Otra demanda de los alcaldes es la necesidad de rediseñar el plan nacional de vigilancia por cuadrantes de la Policía Nacional. Consideran que debe tenerse en cuenta la idiosincrasia, la cultura y la fenomenología del delito de cada ciudad a la hora de dotar y planificar plantillas de policía.
Con respecto al consumo de drogas, los alcaldes quieren que el problema sea asumido como un problema de salud mental. Entonces se deberán aplicar políticas integrales para la atención de los dependientes. El objetivo, según los alcaldes, sería tener espacios públicos ordenados y seguros, la transformación de las zonas del miedo, y un ambiente sano y seguro para todo el mundo.
Finalmente, desde Asocapitales han hecho llegar su preocupación al Gobierno por lo que pasa en las prisiones y en los Centros de Reacción Inmediata (URI), además de poner de manifiesto la incapacidad financiera para la construcción de nuevos centros penitenciarios.
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