En Alemania, se acaban de publicar, casi simultáneamente, las estadísticas policiales[1] y una encuesta de victimización de ámbito federal.[2] Llama la atención que, mientras los delitos se han reducido un 3,6% (350.000 menos que el año anterior), las personas que se sienten poco o muy inseguras han pasado de un 17,3% el año 2012 (la encuesta federal de victimización anterior) a un 21,5%. La diferencia temporal de los dos datos anteriores no explica estas diferencias, ya que el delito está en una fase de descenso moderado pero constante los últimos años (desde 2012, el número se ha reducido en más de medio millón de casos). Posiblemente, uno de los factores que sustenta este descenso de la seguridad subjetiva esté relacionado con la presencia del terrorismo (que hace sentir insegura a más de un 20% de la población), que no aparecía en la encuesta anterior de 2012. Este incremento de la inseguridad se produce de forma similar en la inmensa mayoría de los länder.
Los ámbitos que más afectan a la sensación de seguridad de los entrevistados son el robo en domicilio (un 24% temen ser objeto de este delito), el robo con violencia (20,9%) y la violencia sexual (22,2% mujeres).
Los delitos contra las personas se reducen un 3,9%. Aunque el homicidio y sus variantes aumentan cerca del 4% y los delitos de lesiones dolosos aumentan muy ligeramente, la reducción mayor de los delitos contra la libertad sexual lo compensa sobradamente (disminuye por encima de un 10%). Lo que ellos denominan “criminalidad de calle” (Straβenkriminalität), que constituye la categoría más numerosa de delitos, experimenta un descenso del 8%. También la delincuencia económica en general (hurtos en general, de bicicletas, de vehículos y camiones, de motos). Incluso los tan temidos robos en domicilio presentan una reducción del 16,3%, fruto de las diversas metodologías utilizadas para prevenirlos (entre ellas, la predictive policing). Incluso las estafas y los fraudes experimentan un leve descenso.
La tasa de denuncia se sitúa entre el 35 y el 40%, con excepción de los casos de phishing y pharming, que reflejan niveles de denuncia mucho más bajos (cerca del 10%). Entre las razones para denunciar un delito figura en primer lugar la obligatoriedad (moral) de denunciar cualquier delito, así como el deseo de que un hecho así no vuelva a suceder o que el o la culpable sean castigados.
El número de personas detenidas ha disminuido un 2,9 en relación con el año anterior (2.051.266 en 2017), un 65,46% de los cuales tenían la nacionalidad alemana y un 34,53% eran extranjeros.
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