En agosto del 2017 se hizo efectiva la Convención de Minamata sobre la utilización del mercurio. Un elemento que causa grandes impactos a escala mundial y concretamente en 15 estados del oeste de África. En la Convención, los estados acordaron reducir, y si era posible eliminar, el uso del mercurio y sus derivados, y también las emisiones de este provocadas sobre todo en el campo de la minería. Durante el proceso de extracción del oro en la región, se utilizan técnicas muy sencillas y de poca inversión económica. El mercurio se usa a menudo para separar el metal del mineral y generalmente aquellas personas que tratan con este elemento están expuestas a tener problemas de salud como intoxicaciones y quemaduras. El oeste de África es una de las zonas más ricas en depósitos de oro, y el mercurio desempeña un papel esencial en esta actividad, ya que 2-3 millones de mineros artesanos lo utilizan para extraer oro, y la venta de este supone grandes ingresos para las economías del país. La mayoría de los países que forman parte de la región del oeste de África han firmado y ratificado esta Convención.
Un estudio publicado por Global Iniciative against transnational organized crime subraya que el uso del mercurio y sus emisiones tienen consecuencias negativas para los países africanos implicados. Casi todo el mercurio es exportado del oeste de África. Aunque mucho producto es importado de manera legal, hay mucho comercio informal, no registrado y clandestino, el cual va en aumento. Para dar un ejemplo, nacionales de Burkina Faso se consideran responsables de la mayoría de comercio ilegal de mercurio de la región y países como Costa de Marfil, Ghana o Senegal son los principales consumidores. Datos sobre las importaciones de mercurio están por debajo de los datos estimados del consumo de mercurio. Es decir, que la mayoría de flujos de mercurio son ilícitos. Así que si se suministran cantidades de mercurio se aseguran también los flujos de oro. De esta manera, las cadenas de suministro tanto de oro como de mercurio crean un círculo fuerte que es muy difícil de romper.
Los países de ECOWAS (la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental) recalcan la necesidad de incluir diferentes instituciones y actores gubernamentales para discutir medidas para coordinar los flujos de mercurio y combatir los flujos ilegales. Togo, por ejemplo, destaca la necesidad de mejorar la cooperación entre países. Desde el estudio de Global Iniciative proponen las recomendaciones siguientes:
- Mejorar el conocimiento sobre flujos de mercurio.
- Estandarizar marcos reguladores específicos de mercurio.
- Incentivo para aquellos mineros que extraen oro sin el uso de mercurio.
- Centrar los esfuerzos regionales en los hubs de las líneas de suministro.
- Armonizar los regímenes de exportación de oro.
- Fortalecer la supervisión reguladora de las importaciones del oro en hubs finales de destino.
Enlaces de interés:
http://globalinitiative.net/gold_mercury_ecowas/
https://www.verite.org/wp-content/uploads/2018/01/SSA-Verite-Commodity-Report-Gold.pdf
https://ige.org/archivos/IGE/mercurio_en_la_Mineria_de_Au.pdf
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