Con un nombre en código de 30 días en el mar, la operación de todo un mes de duración (1-31 de octubre de 2018), que contó con unas 276 fuerzas policiales y organismos ambientales de 58 países, detectó más de 500 delitos y casos graves de contaminación en todo el mundo, tales como vertidos ilegales de petróleo y basuras de barcos, roturas y hundimientos de barcos, violaciones de normativa y contaminación en ríos y vertidos terrestres en el mar.
Dirigidos por una red global de 122 coordinadores nacionales, en la operación 30 días en el mar participaron agencias ambientales, marítimas y fronterizas, policías, aduanas y autoridades portuarias. Se hicieron más de 5.200 inspecciones, que han comportado al menos 185 investigaciones, con detenciones y acusaciones previstas.
Algunos casos de contaminación grave:
- En las aguas costeras filipinas, donde las comunidades locales recolectan marisco y donde juegan niños.
- En Alemania, un barco descargó 600 litros de aceite de palma en el mar.
- Ghana descubrió galones de aceite residual en botellas grandes que se vendían ilegalmente cerca del mar.
- Las autoridades impidieron un desastre medioambiental en Albania asegurando aguas en torno a un recipiente que se hundía con unos 500 litros de petróleo.
- De la misma manera, la amenaza de la contaminación resultante de la colisión de dos barcos en aguas francesas se contuvo gracias a la acción preventiva durante la operación.
Además, con el uso de las nuevas tecnologías se permitió a las autoridades detectar infracciones, incluyendo el uso de imágenes de satélite (en Argentina y Suecia), vigilancia aérea (en Canadá e Italia), drones (en Nigeria, Indonesia y Pakistán) y cámaras de visión nocturna. En un cambio hacia la prevención, las tecnologías de vigilancia visible utilizadas en Catar y Noruega dieron lugar a la obligación de un cumplimiento más estricto de las normativas.
El grupo de trabajo sobre la delincuencia de contaminación de INTERPOL puso en marcha la Operación 30 días en el mar en respuesta a un llamamiento para aumentar la acción de la ley internacional contra el delito medioambiental emergente, a través de la acción en este ámbito.
Coordinado por el Programa de Seguridad Medioambiental de INTERPOL en estrecha colaboración con Europol, 30 días en el mar estuvo impulsado por una serie de acciones de cooperación en materia de cumplimiento, incluyendo:
- Planificación táctica conjunta entre países (p. ej.: Canadá-EE.UU., Indonesia-Timor del este).
- Despliegue global de fuerzas policiales, incluyendo la cooperación anual entre las agencias nacionales de Sudáfrica destinadas a la delincuencia de contaminación en el mar.
- Investigaciones conjuntas bilaterales (p. ej., Países Bajos-Sudáfrica, Alemania, Bélgica).
- Concienciación del delito de la contaminación.
30 días en el mar estuvo acompañado de una campaña de concienciación en colaboración con el entorno de la ONU para ilustrar el impacto que la contaminación marina tiene sobre el desarrollo económico y la seguridad humana y ambiental.
Con el hashtag #PollutionCrime, junto con #CleanSeas, en Twitter, se pueden observar las iniciativas en la lucha contra la delincuencia por contaminación marina, gracias a la operación 30 días en el mar.
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