Canadá, segundo país del mundo en legalizar el cannabis

El 17 de octubre de 2018 entró en vigor la ley aprobada en junio de este mismo año por el senado canadiense (52 votos a favor, 29 en contra y 2 abstenciones), que oficializa la legalización de la compra, el consumo, el cultivo y la posesión de marihuana con finalidad recreativa en Canadá (Cannabis Act, 2018). El uso de la marihuana con finalidad medicinal ya se autorizó en 2001. La iniciativa formaba parte del programa electoral del actual primer ministro, Justin Trudeau, del Partido Liberal de Canadá, el mismo que legalizó el matrimonio homosexual en el país en 2005.

Canadá es el primer país del G20 que da este paso adelante (en Estados Unidos, es legal sólo en 9 de los estados y en la ciudad de Washington) y el segundo del mundo, poco más de un año después de que Uruguay hiciera realidad la iniciativa impulsada por el expresidente José Mujica de legalizar el consumo y la compra de marihuana para los ciudadanos uruguayos (Ley nº 19.172, 2013).

La compra, venta y posesión de cannabis no puede ser de más de 30 gramos (Cannabis Act, artículo 8, 2018). Por otra parte, la edad mínima permitida para adquirir y consumir cannabis está regulada a nivel provincial: en todas las provincias, la edad legal para comprar y consumir cannabis son los 19 años, a excepción de Quebec i Alberta, donde son los 18 años. La edad mínima de consumo de marihuana coincide con la de consumo de alcohol en todas las provincias menos en Manitoba, donde la edad legal de consumo de alcohol son los 18 años. Con respecto a los espacios donde está permitido el consumo, en algunas provincias se puede fumar marihuana en los mismos lugares donde ya se puede fumar tabaco, y en otros está limitado a los espacios privados.

Otra regulación también delegada en las autoridades provinciales es la de los permisos de venta y distribución (Cannabis Act, artículo 69, 2018): en general, son empresas privadas con autorización de la autoridad provincial las que se encargan del cultivo y la distribución de cannabis, a excepción de algunas provincias, donde es una empresa pública quien se encarga de la comercialización de la sustancia.

Según el Canadian Centre on Substance Use and Addiction, los objetivos de la nueva ley son, principalmente, los siguientes:

  • Evitar el acceso de los jóvenes al cannabis.
  • Proteger la salud pública y la seguridad asegurando la calidad del cannabis.
  • Desincentivar la actividad criminal imponiendo sanciones penales a los que operen fuera del marco legal.
  • Reducir la carga de delitos relacionados con el cannabis en el sistema de justicia penal.

Aunque las autoridades prevén que el precio será un 25% más elevado que el del mercado negro (unos 10 dólares canadienses, que equivalen a 6,7 euros), la calidad será mejor, lo que se espera que incentive a los consumidores a adquirir el cannabis a través de los canales legales. El dinero reclutado a través de los impuestos sobre el cannabis se repartirá entre las arcas provinciales (75%) y las federales (25%).

Paralelamente a la entrada en vigor del Cannabis Act, se prevé otorgar el indulto a todos los condenados en el país por posesión de marihuana -centenares de miles de personas-, siempre que no superara los 30 gramos. Esta medida significará que todos los condenados por posesión de marihuana ya no tendrán prohibida la entrada en Estados Unidos, como hasta ahora.

El caso de Canadá será seguido con lupa por el resto del mundo, ya que se trata de la primera gran potencia económica en poner fin a la prohibición de la venta y el consumo de marihuana con finalidades recreativas. Este ejemplo servirá, a buen seguro, para encender debates en muchos de los demás países del G20, y los resultados incentivarán o desincentivarán el impulso de leyes parecidas en otros estados.

Para ampliar la información, puede consultar los siguientes enlaces:

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