Los accidentes de tráfico fueron, el año 2015, la décima causa de muerte en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Por lo tanto, se trata de un problema global sobre el que muchos países intentan actuar. En los EE.UU., investigadores de la Rand Corporation han publicado un estudio que se sitúa en el año 2050 e imagina que ha sido el primer año sin muertos en las carreteras en aquel país.
El punto de partida es la situación actual, según la cual cada día mueren más de 100 americanos en accidentes de tráfico con vehículos de motor. Es un problema que tiene una mayor afectación en jóvenes de entre 15 y 24 años, en hombres y en personas que viven en zonas rurales. Además, aunque durante décadas ha habido un descenso continuado en el número de muertes en las carreteras (la cifra se redujo en 11.300 personas entre 1985 y 2011), los últimos años se ha detectado un repunte considerable: el año 2016 murieron en accidentes de tráfico 5.000 personas más que el año 2011.
Los investigadores han imaginado que vivían en el año 2050 y que se trataba del primer año sin muertos en las carreteras, gracias a cuatro factores. El primero era que casi todos los vehículos tenían algún tipo de automatización o ayuda a la conducción. El segundo, que las carreteras estaban diseñadas para reducir la velocidad donde la seguridad es más deficiente. El tercero, la mejora de los sistemas de aviso a emergencias y la atención a los heridos, que reducía la fatalidad de los accidentes. El último era que, al haber menos accidentes, los ciudadanos norteamericanos cada vez veían menos aceptables los accidentes de tráfico.
Para llegar a este escenario, entre 2018 y 2050 habría que implementar medidas dentro de tres grandes ejes.
- Duplicar los esfuerzos y las inversiones en los programas y políticas que han demostrado ser efectivas. Estas políticas se entienden en un concepto amplio, desde cambios normativos hasta cambios en las infraestructuras o mejoras en la educación vial.
- Acelerar los cambios tecnológicos más adelantados. Los sistemas de ayuda o asistencia a la conducción cada vez son más habituales en los vehículos nuevos y, poco a poco, se van acercando a la conducción automática. Los acuerdos entre los fabricantes de automóviles y los desarrolladores y proveedores de tecnologías, además de otros actores, serán clave en esta línea.
- Priorizar la seguridad. Es necesario que los americanos adopten una nueva cultura de seguridad, basada en la conciencia, la educación y el refuerzo constante, tanto en el ámbito individual como colectivo. Con este nuevo sistema de seguridad, todos los conductores serían conscientes que cualquiera de ellos ocasionalmente, pero inevitablemente, puede cometer un error y provocar un accidente. Esta premisa llevaría a mejorar todos los ámbitos del sistema vial (carreteras, vehículos, conductores, servicios de emergencia), de modo que cuando este error se produjera, las consecuencias no serían fatales.
_____
Aquest apunt en català / This post in English / Post en français