Según varias noticias publicadas en medios de comunicación ingleses,[1] la cifra de agentes de policía en Inglaterra y Gales ha caído en 1.213 efectivos los últimos seis meses y septiembre del 2017 era un 16% por debajo del máximo del año 2009, según cifras oficiales. Se considera que la causa de esta situación es la congelación de las nóminas de los policías, aparte de la participación creciente del sector privado en el ámbito de la seguridad.
Los últimos datos estadísticos del Home Office de septiembre del año 2017 sitúan el número de oficiales de las 43 fuerzas policiales en Inglaterra y Gales en 121.929 efectivos, desde los 123.142 del 31 de marzo del mismo año y de los 144.353 del 2009. Es decir, 22.424 agentes menos en ocho años.
De las 43 fuerzas policiales, la Policía Metropolitana de Londres, la más importante de Inglaterra y Gales, representó más de la mitad de la caída del número de oficiales, con 646 menos en sólo seis meses.
Aunque las cifras del mismo Hombre Office sobre criminalidad destacan por un fuerte aumento de los datos delictivos registrados –el incremento registrado más alto de los últimos diez años–, las plantillas policiales siguen disminuyendo en parte porque las nóminas de la policía continúan congeladas. Actualmente, según el Hombre Office, no hay fondos adicionales para la mejora salarial de los cuerpos policiales.
En términos porcentuales, la mayor reducción de plantilla fue la experimentada por North Yorkshire, con un 4,2%, al perder a 58 oficiales hasta septiembre del 2017. En segundo lugar, estaría West Midlands, que perdió a 221 agentes de policía, un 3,3% de la totalidad de los agentes.
Delante de este escenario, altos cargos de la policía han advertido que la insuficiente dotación económica en seguridad está dejando a los policías en una situación muy difícil, y más delante de un escenario de aumento registrado de la delincuencia y de la continua amenaza terrorista.
Esta situación se ha trasladado al escenario político y también han intervenido responsables policiales. Mientras que el partido laborista considera que la previsión presupuestaria para seguridad en el periodo 2018-2019 supone un recorte de 119 millones de libras respecto del periodo anterior, desde el Hombre Office se considera que el presupuesto sectorial aumentará cerca de 450 millones de libras y subrayan que, desde el año 2010, la reducción de los delitos “tradicionales” ha sido del 40%.
Desde el Consejo de Jefes de la Policía Nacional se reconocen ciertos avances en la voluntad de aumentar los recursos en seguridad, aunque existen diferencias importantes en la composición de la financiación, hecho que revierte en que el aumento de los presupuestos pueda variar entre el 1,6% y el 3,6%.
Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha anunciado la voluntad de reducir el impacto de los recortes policiales, invirtiendo 60 millones de libras anuales para financiar a 1.000 agentes de policía adicionales. Sin embargo, reconoce que esta inversión no hará revertir las cifras crecientes de los últimos tiempos sobre actividad delictiva. También ha subrayado la voluntad de hacer frente al aumento de la delincuencia juvenil en Londres, con una inyección de 15 millones de libras anuales.
[1] La noticia ha aparecido en varios rotativos y se han ido publicando noticias relacionadas. Destacamos una del diario The Guardian del 13 de febrero del 2018.
_____
Aquest apunt en català / This post in English / Post en français