Las grandes desigualdades económicas ocasionan niveles más bajos de seguridad subjetiva

Economy

El último número de la Polizei Newsletter se hace eco de un estudio sobre la relación entre las desigualdades económicas y el miedo al delito en Europa.[1]

A partir de investigación previa, ya se había constatado con creces que había relación entre desigualdades según el nivel de ingresos tanto en los niveles de miedo al delito como en el uso de la violencia. No así según los niveles de riqueza de una sociedad, considerada globalmente, que no parecen relacionarse directamente con niveles concretos de miedo al delito. En el mismo contexto social, la investigación también había señalado que la estructura social (el grado mayor o menor de inmigración y minorías) y el capital social existente en un país podía contribuir a un mayor o menor grado de miedo al delito (cuanto más control social informal, menos miedo).

Individualmente, género, edad y minusvalía o enfermedades también se habían relacionado como factores con gran influencia en el miedo al delito, aunque los niveles de victimización de estas personas están por debajo del resto de la población. El hecho de sentirse débiles para hacer frente a las consecuencias del delito los hace sentirse más inseguros. También había estudios que hablaban de un miedo mayor al delito por parte de los miembros de minorías étnicas. El estilo de vida también influye en el nivel de seguridad; curiosamente, aquellos que hacen actividades con más riesgo son los que se sienten más seguros.[2]

Este estudio se hizo a partir de preguntas de la Encuesta social europea (ESS), en la cuarta edición del año 2008. Se tuvieron en cuenta las preguntas relacionadas con la seguridad y el delito: “¿Cómo de seguro te sientes andando solo por la noche?”, “¿Con qué frecuencia tienes miedo de que te entren a robar en casa?”, “Con qué frecuencia tienes miedo de ser víctima de un delito violento?”. Para tener referencias sobre la desigualdad de los ingresos utilizaron el coeficiente de Gini d’Eurostat, los datos de delincuencia también eran de Eurostat y el desarrollo socioeconómico lo obtuvieron del índice de desarrollo humano (IDH, en inglés HDI).

Los resultados fueron que un 90,9 por ciento de las diferencias eran debidas a diferencias de los individuos, pero el resto −un 9,1 por ciento− eran debidas a las peculiaridades de los países. La mayoría de países con un nivel alto de desigualdad presentan niveles altos de miedo al delito y de poca seguridad subjetiva. Pero es importante remarcar que, en los países con más desigualdad, son las mayorías autóctonas las que tenían más miedo al delito y no las minorías, que, en principio, son más vulnerables. Si se toma como referencia únicamente el nivel de riqueza del país, no se encuentran diferencias sustanciales en el miedo al delito en niveles lo bastante diferentes. Parece como si, en casos de máxima desigualdad, la mayoría temiera que las minorías que están en los peldaños más bajos tiendan a la delincuencia contra las mayorías con más facilidad. Pero no es la mera existencia de minorías la que genera este miedo, como lo muestra el hecho que el porcentaje de no comunitarios en el país no afecta, por si solo, el miedo al delito de la mayoría.

[1] Publicado en el European Journal of Criminology (2017), vol. 14 (2) 221-241.

[2] Vid. Crowl, J.N. i Battin, J.R. (2017). “Fear of crime and the police: Exploring lifestyle and individual determinants among university studies”, a Police Journal: Theory, Practice and Principles. Vol 90(3), pàg. 195 a 214.

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