Sebastian Roché es director de investigación del CNRS (Ciencias Políticas, Universidad de Grenoble). Es profesor de la Escuela Nacional Superior de Policía y de las universidades de Grenoble y de Bahcesehir, en Estambul. Su trabajo se centra en la medida de la delincuencia, el análisis de las políticas públicas de seguridad y la gobernanza comparada de la policía. También es consultor de las Naciones Unidas. Entre sus publicaciones, podemos encontrar: De la police en démocratie [“La policía en democracia”] (Grasset, 2016).
Doctor Roché, ha publicado un libro muy interesante, De la police en démocratie, donde habla de la legitimación. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de la legitimación de la policía?
La legitimación de la policía es el derecho moral que se le otorga para que se haga obedecer. Tiene dos aspectos. En primer lugar, al reconocer este derecho moral a la policía, el ciudadano siente la obligación de obedecerla, y lo hace voluntariamente, es decir, sin tener que prometerle nada (por ejemplo, más seguridad) o sin necesidad de amenazarlo (por ejemplo, con sanciones). Esta primera vertiente es la que normalmente se estudia. A continuación, encontramos que este derecho moral de hacerse obedecer que se otorga a la policía se traduce en un acuerdo en el uso de medios, a veces, ilegales y violentos. Este segundo aspecto, que podríamos denominar “la cara oculta de la legitimidad”, se estudia menos, pero no es menos real: es, por ejemplo, lo que explica el apoyo de los norteamericanos blancos a la policía cuando matan a un ciudadano negro.
¿Creéis que la legitimación tiene consecuencias prácticas en el trabajo diario de la policía? ¿No se trata de una pregunta retórica que sólo interesa a los intelectuales?
Es probable que la legitimidad de la policía tenga efectos prácticos, pero hay que reconocer que no están bien demostrados. La idea principal es que la confianza favorece el hecho de reconocer una legitimidad a la policía, y que esta última favorece la obediencia voluntaria de los ciudadanos, una adhesión a las demandas de los agentes, incluso cuando ello no agrada a los ciudadanos, y formas de cooperación, especialmente el hecho de presentar denuncias cuando somos víctimas, informar de los problemas, participar en asociaciones locales; en resumidas cuentas, de comprometerse a colaborar con los agentes de policía. El beneficio más destacado sería la disminución de las tensiones cotidianas y la seguridad de los agentes.
¿Qué pueden hacer los poderes públicos para mejorar la legitimación de la policía? ¿Quiere decir que no se trata de un tema histórico y cultural imposible de cambiar?
La investigación de legitimidad pasa por la investigación de la satisfacción con respecto al servicio prestado y un tratamiento igualitario. Son estas actitudes las que favorecen la confianza. Se trata de una cultura profesional, que puede evolucionar, y es necesario que evolucione, en función de la sociedad que lo rodea. Un ministerio del interior puede establecer su investigación de la calidad, dotarse de las herramientas de formación y después de las herramientas para controlarla, y utilizarlas para calificar a los agentes. Así, las prácticas evolucionarán.
¿Qué pensará un policía francés cuando lea su libro? ¿Cree que se sentirán satisfechos del retrato que les hace? ¿Pensaría diferente, si fuera policía?
Creo que los policías no leen demasiada sociología. Puedo entenderles. Si lo hicieran, se sorprenderían de la importancia que doy a la confianza y a la legitimidad. En efecto, su cultura profesional se basa sobre todo en el derecho, y en un aprendizaje práctico de la imposición a la gente de su visión de las cosas, más que no en el arte del diálogo. Es eso lo que sus colegas con experiencia valoran durante la formación inicial sobre el terreno. Pero creo que una parte de los policías ha entendido la importancia de la relación entre la policía y la población, y la necesidad de hacerla ir adelante.
¿Cree que los datos policiales (estadísticas criminales, sobre incivismo e incidentes de los cuales la policía debe responder, número de policías, etc.) tendrían que ser públicas, estar disponibles en línea? ¿Es una condición/exigencia democrática?
Sí, sería conveniente que las bases de datos fueran accesibles. De este modo podríamos hacer evolucionar los análisis basándonos en datos objetivos. Sería lo más normal, ya que son los ciudadanos quienes las pagan.
¿Piensa que la tendencia actual a multar más y limitar los derechos de los ciudadanos pone en riesgo la legitimación de la policía? ¿Cree que es eficaz?
Ante la amenaza terrorista, los gobiernos se sienten obligados a aumentar los poderes de la policía. La razón es principalmente política: se trata de una estrategia para evitar recibir críticas por parte de la oposición. No tenemos pruebas de la eficacia de una legislación más severa con respecto a la criminalidad pequeña y mediana, aunque los policías sean muy a menudo favorables a este tipo de acercamiento. Con respecto a los jóvenes, sabemos que la severidad penal incluso aumenta la reincidencia. Eficacia práctica y eficacia política son dos cosas bien diferentes.
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