Luces y sombras en la seguridad ciudadana en Latinoamérica

Heraldo Muñoz –antiguo director del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD)– planteaba en un artículo en El País una paradoja sobre Latinoamérica: ¿cómo explicar el aumento del crimen y la violencia si la zona experimentó, entre los años 2000 y 2010, el periodo de mayor crecimiento económico de las últimas cuatro décadas?

34_america_llatinaLatinoamérica no sufre actualmente conflictos armados entre estados y se ha situado con firmeza en el contexto internacional. Avanza en la reducción de los índices de pobreza y desigualdad, en el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Eso sí, la región tiene la pesada carga de la violencia, con más de 100.000 homicidios cada año, según el Informe sobre desarrollo humano 2013-2014 del PNUD.

Este escenario viene determinado por los homicidios, feminicidios, robos –sobre todo con violencia–, violencia intrafamiliar, secuestros y tráfico de personas.

Algunos investigadores sociales [1], desde distintos ámbitos, han subrayado las que, en su opinión, podrían ser las causas de la existencia de estos niveles de violencia, entras las cuales:

  • La impunidad, sobre todo en cuestiones tan básicas como la resolución e investigación de todo tipo de crímenes cometidos
  • La falta de una educación pública de calidad y ratios muy elevadas de abandono escolar
  • La crisis de la institución familiar
  • El fracaso de la justicia [2]
  • Las prisiones son escuelas de criminalidad, con asesinatos impunes, motines violentos y mucha corrupción con connivencia de los funcionarios públicos
  • La corrupción, la poca presencia y la ineficiencia de la policía. El crimen organizado tiene una gran capacidad corruptora y se manifiesta en aquellos espacios donde existe una gran debilidad institucional.
  • El tráfico de armas: el continente es considerado el lugar con más armas de todo el mundo.
  • La cultura de violencia y la falta de valores que generen seguridad

Algunos autores también consideran importante el factor económico, ya que Latinoamérica no ha sido capaz de crear un número suficiente de puestos de trabajo para absorber en el mercado laboral formal a las personas que, año tras año, buscan empleo. Se trata, pues, de un entorno laboral falto de equidad por la precarización de los salarios.

Ante esta situación, se están implementando diversas iniciativas en algunos países de la región. El Informe sobre desarrollo humano 2013-2014 del PNUD plantea algunas recomendaciones respecto a una Latinoamérica segura, que pasan por: reducir los delitos y la violencia; emprender políticas públicas orientadas a proteger a las víctimas más vulnerables; impulsar un crecimiento inclusivo, equitativo y de calidad; disminuir la impunidad fortaleciendo las instituciones de seguridad y justicia; aumentar las oportunidades reales de desarrollo humano para los jóvenes, y atender y prevenir de forma integral la violencia de género.

[1] ANGOSO, R. 11 razones de la inseguridad pública en América Latina [consulta: 12 de septiembre de 2015].

[2] Según el informe del World Justice Project del año 2014, sobre 99 países analizados, solo tres países de la región –Chile, Perú y Uruguay– se encuentran entre los 40 primeros del mundo por la calidad de su sistema judicial, y siete países del continente, entre los 25 más corruptos del mundo.

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